Lo primero que te llama la atención de esta navaja de afeitar es su increíble y ancha hoja con el lomo dorado y esos grabados. Luego el puño en Carey y la inscripción rematan en una belleza enorme. Una de las más bonitas navajas de afeitar que han pasado por mis manos.
El jabón de afeitar Martín de Candre es la primera vez que lo tengo en la cuchillería y aún no lo he probado pero por la pinta que tiene, lo bien que huele y el pastón que cuesta creo que no tiene desperdicio. Parece que puede durar años con afeitados diarios.
La brocha Muhle en imitación de asta de toro tiene un aspecto y tacto fabulosos. Suave pero flexible y rígida para «rascar» bien el jabón y crear una gran espuma, que junto al Martín de Candre iría de lujo.
Siéntete cómo Thor empuñando esta navaja de afeitar y espera el Ragnarok cómo un pincel 😉